Hemos de felicitarnos los vecinos del municipio de Ador. El alcalde que tenemos, manifiesta una preocupación por la salud de todos nosotros, que pocos alcaldes de nuestra comarca, en la coyuntura económica actual, son capaces de demostrar.
Esta decisión, no es baladí. Sopesando pros y contras, poniendo ante todo la salud, el señor Juan Vicente Estruch, ha sido capaz de levantar el pavimento instalado hace dos años en la plaza de la iglesia y en la de la fuente, ambas de granito.
Fruto de una mala decisión tomada (asesores desafortunados), se instalaron losas de granito sin más consideraciones constructivas como la pendiente o el tráfico rodado.
Sin duda bien asesorado sanitariamente, (esta vez si) es conocedor de las emanaciones de radón que este material desprende, y es sabedor de los efectos que sobre la salud de la población producen estas.
La decisión de sustituir este material, no se puede decir que haya sido precipitada. Ya, apenas unas semanas desde su colocación, observamos que se procedía repetidamente a fijar y sustituir las losas de piedra, dado que no eran demasiado estables o presentaban defectos.
Sin duda, ha sido una decisión meditada por gobierno y oposición municipal dada la trascendencia estética de tal decisión. Todos nosotros, vecinos y al final pagadores de tales decisiones, hemos podido participar democráticamente, en el concurso de ideas celebrado por este ayuntamiento para sustituir este material por otro adecuado al entorno. Ya conocemos el talante democrático del mismo.
Sin duda, el aspecto que más nos preocupa de esta cuestión y que este ayuntamiento se ha encargado de clarificar desde el inicio de este último mandato, ha sido, la cuestión económica. Desde el principio, D. Juan Vicente Estruch ha llamado a la participación ciudadana en la toma de decisiones que nos afectan, bien directamente participando en los plenos, fuera del horario laboral, bien indirectamente a través de nuestros representantes en horario laboral. Todos los vecinos de este municipio saben que todos los concejales están liberados. Todos nosotros sabemos cuanto nos cuesta y como se va a pagar esa obra.
Imagino que el aspecto que queda por cubrir en este tema, dada la capacidad de este alcalde para resolver problemas, lo habrá resuelto sin lugar a dudas (buena prueba de ello, es la solución “final” al problema de las farolas en el nuevo parque). Los residuos de este material tan insalubre, dado lo sensible que es hacia cuestiones de ecología, los habrá reciclado adecuadamente (los vecinos del raval, son conocedores de tanta sensibilidad).
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